Publicada por primera vez en 1985, la colección de retratos realizados por Helmut Newton de las figuras del mundo del cine, la moda, la política y la cultura constituye un panteón de personajes VIP. No obstante, su obra es mucho más que eso. Al admirar sus retratos, podemos deducir que le habría encantado ser un paparazzi romano, como él mismo admitió en una ocasión. En la década de los ochenta no había una sola celebridad en todo el mundo que no deseara ser fotografiada por él. Ante su cámara, hombres y mujeres se desnudaban por igual, literalmente y en sentido figurado. Sus creaciones, con sus brillantes puestas en escena, ponen de relieve tanto el atractivo y la categoría de sus modelos como su vanidad y sus imperfecciones. El trabajo de alta calidad que Newton realizó para las principales revistas de moda y para elitistas revistas de arte es asimismo arte erótico de primera clase.